¿Cada cuánto hay que cortar las uñas de los gatos?

Cortar las uñas de los gatos es una tarea esencial para su bienestar. Las garras demasiado largas pueden causar molestias, daños en el hogar e incluso problemas de salud. Pero, ¿cada cuánto hay que hacerlo? Vamos a desglosarlo todo para que te quede claro.


¿Por qué es importante cortar las garras de los gatos?

Las garras de los gatos son herramientas vitales. En la naturaleza, las usan para cazar, trepar y defenderse. En casa, aunque no cacen, siguen siendo importantes para explorar, marcar territorio y comunicarse. Sin embargo, en el entorno doméstico, el desgaste natural es menor, lo que puede llevar a un crecimiento excesivo.

Si no se cortan, las garras pueden encarnarse en las almohadillas, causando dolor y aumentando el riesgo de accidentes. Esto es especialmente común en gatos mayores o con movilidad reducida, ya que no pueden desgastarlas por sí mismos.


Señales de que es hora de cortar las garras

¿Cómo saber cuándo tu gato necesita un corte de uñas? Aquí tienes algunas pistas:

  • Sonido de chasquidos al caminar sobre superficies duras.
  • Enganches frecuentes en telas o muebles.
  • Rascado excesivo o dificultad para retraer las garras.

Si notas alguna de estas señales, es hora de actuar.


¿Cada cuánto hay que cortar las uñas de un gato?

La frecuencia depende del estilo de vida del gato.

  • Gatos de interior: Necesitan un corte cada 2 a 3 semanas, ya que desgastan menos sus garras.
  • Gatos de exterior: Pueden requerir menos mantenimiento, ya que sus actividades diarias ayudan a desgastarlas.

Otros factores que influyen son la edad, el nivel de actividad, el tipo de superficies que pisan y la raza.


Cómo cortar las garras de un gato en casa

Cortar las uñas de un gato puede ser un desafío, pero con los pasos correctos, es más fácil de lo que parece. Aquí te dejamos una guía:

  1. Prepara el material adecuado: Usa tijeras especiales o cortauñas tipo guillotina.
  2. Elige un momento de calma: Asegúrate de que tu gato esté relajado.
  3. Sujeta la pata con suavidad: Presiona ligeramente la almohadilla para exponer la garra.
  4. Identifica la zona segura: Corta solo la parte translúcida, evitando la zona rosada (el quick), que contiene venas.
  5. Realiza cortes pequeños y seguros: No intentes cortar demasiado de una vez.
  6. Recompensa a tu gato: Dale un premio o caricias para que asocie la experiencia con algo positivo.

Errores comunes que debes evitar:

  • Cortar demasiado y lastimar el quick.
  • Usar herramientas inadecuadas, como tijeras de cocina.
  • Intentar cortar todas las garras de una sola vez si el gato está inquieto.

¿Qué hacer si tu gato no coopera?

No todos los gatos disfrutan de este proceso. Si el tuyo se resiste, prueba estas estrategias:

  • Divide la tarea en sesiones cortas.
  • Envuelve a tu gato en una manta para inmovilizarlo suavemente.
  • Usa feromonas calmantes o golosinas.
  • Pide ayuda a otra persona para que te asista.

En casos más complicados, como gatos agresivos, garras encarnadas o dueños inexpertos, lo mejor es acudir a un veterinario o peluquero especializado.


Cuidados adicionales para las garras y patas de tu gato

Además de cortar las garras, hay otras medidas que puedes tomar para mantener a tu gato feliz y saludable:

  • Proporciona rascadores para que desgasten las garras de forma natural.
  • Revisa regularmente sus patas para detectar heridas o infecciones.
  • Mantén limpios sus espacios de descanso para evitar problemas en las almohadillas.
  • Controla su alimentación: Una dieta equilibrada ayuda a prevenir problemas metabólicos que podrían afectar sus garras.