Al igual que los humanos, los perros también pueden perder la visión con el tiempo. Detectar los signos a tiempo es clave para ayudarlos a adaptarse y mantener su calidad de vida. Acá te contamos cómo saber si tu peludo está teniendo problemas para ver.
Enfermedades que afectan la visión de tu perro
Glaucoma y diabetes son dos de las principales causas de ceguera en perros adultos y mayores. Estas enfermedades pueden pasar desapercibidas al principio, pero hay señales que podés observar. El comportamiento de tu mascota es un gran indicador. Si notas que actúa de manera extraña con otras personas o animales, es momento de prestar atención.
Cambios en el comportamiento: ¿Qué mirar?
¿Tu perro ladra más de lo normal o se asusta cuando alguien se acerca? Esto podría ser una señal de que no ve bien. También podés notar que se vuelve más dependiente, especialmente en lugares nuevos o al subir y bajar escaleras. Si camina con dudas o más lento de lo habitual, es hora de consultar al veterinario.
¿Se choca con los muebles o las paredes?
Todos los perros pueden tropezarse de vez en cuando, pero si esto ocurre todos los días y cada vez con más frecuencia, es una señal clara de que algo no está bien. Evitar salir de noche también es un indicio de que su visión está fallando.
Cambios en los ojos: Manchas blancas y más
Examiná los ojos de tu perro de cerca. Si ves manchas blancas, pupilas que no reaccionan a la luz, hinchazón o enrojecimiento, es probable que esté perdiendo la vista. Estos síntomas no podés ignorarlos.
Dificultad para encontrar juguetes
Si tu perro olfatea sus juguetes pero no los agarra, es posible que no los vea. Este es otro signo claro de que su visión está disminuyendo.
Falta de energía y desinterés
¿Tu perro está más quieto de lo normal? Si notas que no quiere jugar o parece aletargado, podría estar relacionado con problemas de visión. No lo dejes pasar y consultá a un profesional.
Cómo ayudar a un perro con ceguera
Los perros suelen adaptarse bien a la pérdida de visión, pero podés hacer su vida más fácil:
- No cambies la ubicación de sus cosas (plato de comida, agua, cama).
- Mantené los espacios libres de obstáculos para evitar accidentes.
- Usá barreras de seguridad en las escaleras.
- Hablale en voz alta para que sepa dónde estás.
- Supervisá sus paseos y asegurate de que no haya objetos peligrosos en el suelo.